Esta encantador vivienda de 4 dormitorios es literalmente excepcional por su situación en la elegante Calle de San Fernando. Su diálogo exterior con la muralla del vecino Real Alcázar es una joya de la que disfrutar casi en exclusiva, ya que la calle dispone de una única hilera residencial.

La vivienda forma parte de un edificio original del siglo XVIII bellamente restaurado. El edificio fue erigido originalmente para acoger a altos mandos de la Real Fábrica de Tabacos, el bello edificio industrial frente el apartamento que hoy alberga el Rectorado de la Universidad de Sevilla. 

El interior de este piso es deslumbrante y colmado de luz natural durante todo el día. Con sus espectaculares vistas, no lo olvidará pronto. Es generosa en espacio, un rasgo difícil de encontrar hoy día en las casas originales del centro de la ciudad, y está llena de atributos constructivos y decorativos propios de la arquitectura sevillana de época. El blanco preside las estancias y realza la altura de los techos, los bonitos elementos ornamentales de aire neoclásico, de las columnas a las molduras de escayola decorativa. Dirige la mirada hacia la naturalidad de la carpintería original de madera lacada en puertas, ventanas y balcones, o a la magnífica embocadura de mármol de la chimenea que preside el salón principal. Por no hablar de otros detalles de calidad como las solerías de mármoles y barro cocido. No es casual que el diseño interior de la vivienda guarde cierto minimalismo dentro de una línea de aire clásico renovado. Es evidente que el espacio es el rey, por eso el interiorismo de cada estancia ha sido ideado para garantizar el máximo confort y funcionalidad sin perder de vista el romanticismo o el calor de hogar que desprende. 

El luminoso salón es completamente exterior y abierto a la calle San Fernando por dos bellos balcones de forja. Cuenta con una bonita chimenea que preside la estancia y alrededor de la que se dispone la zona de estar principal, equipada con muebles de aire contemporáneo que convive de forma muy natural con piezas de almoneda, mobiliario de estilo clásico y óleos históricos. La decoración textil es orgánica, en tonos terrosos y malvas, aportando un aire renovado y fresco. El salón dispone de una pequeña biblioteca y una zona de trabajo equipada con un secreter de época. Los pilares elaborados agregan un toque dramático al espacio y crean una separación natural entre la sala de estar y el comedor. Aquí, la elegante mesa de comedor está rodeada de sillas antiguas y puede acomodar hasta 8 invitados.

La espaciosa cocina ha conservado un toque encantador y rural con muebles de madera y obras de arte delicadas que funcionan en perfecta armonía con modernos gabinetes blancos y electrodomésticos de acero inoxidable de alta calidad. Viene totalmente equipado y tiene una mesa para cenas más informales.

El apartamento tiene 4 habitaciones, con capacidad para 8 personas. Cada habitación tiene su propio baño completo en-suite, cómodas camas gemelas, muebles elegantes y armarios empotrados. Están decorados bajo la misma estela sobria y romántica que caracteriza a la vivienda y todos están llenos de luz con grandes puertas que se abren a un balcón, todas con maravillosas vistas del Real Alcázar o de la Calle de San Fernando.

Las comodidades adicionales incluyen un ascensor, aire acondicionado, calefacción, wifi, TV, microondas, cafetera, lavavajillas, lavadora, secadora, plancha, ropa de cama y toallas.

SOBRE LA UBICACIÓN

La calle San Fernando, otrora una de las entradas intramuros de Sevilla, es un emplazamiento fantástico para los que quieren verlo todo. Desde la propia vivienda, y de un vistazo se disfruta de la Real Fábrica de Tabacos y del hotel Alfonso XIII, icono de la arquitectura regionalista sevillana.

A un paso se alza la entrada al Parque de María Luisa y la Plaza de España, una de las obras cumbre del reconocido arquitecto Aníbal González, que se construyó con motivo de la Exposición Universal de 1929. Desde la calle San Fernando también se llega fácilmente a los Jardines de Murillo y al pintoresco Barrio de Santa Cruz. En dirección opuesta se llega fácilmente a la Avenida de la Constitución, la Catedral de Santa María de los Reyes y la Giralda. A su espalda comunica con los jardines de los Reales Alcázares, un conjunto palaciego excepcional y sin duda visita obligada. Es sin lugar a dudas no sólo una de las calles con más vida de la ciudad, sino también de las mejor comunicadas gracias al tranvía, la vecina Estación de Autobuses del Prado de San Sebastián, o la parada del Metro que cruza toda el área metropolitana de Sevilla.